Lapsus es un accidente que ocurre durante una expresión discursiva al suplantar una palabra por otra.
¿Qué tipos de lapsus existen?
Si el lapsus ocurre al hablar, lo llamamos lapsus linguae. Si ocurre al escribir le decimos lapsus calami. A veces, se agrega una tercera variedad, el lapsus memoriae, cuando el desplazamiento ocurre al recordar o evocar.
También los hay gestuales o del cuerpo en general, como veremos en los ejemplos.
No se refiere a la disfemia que es un trastorno del lenguaje que se conoce como tartamudez,en el que los sonidos, las palabras o silabas, se repiten o pueden durar más tiempo de lo normal en ser pronunciadas, por lo que obstaculizan la fluidez del lenguaje.
Tampoco se refiere a la disartria que es un trastorno muscular, que produce dificultad para expresar ciertos sonidos o palabras. Tienen lenguaje mal pronunciado y enredado y el ritmo o la velocidad del discurso fluctuante.
¿Qué quiere decir la palabra lapsus?
La palabra latina lapsus tiene varias acepciones, todas relacionadas: resbalón, desliz, tropiezo y error, y es utilizada en retórica para designar esta clase de falta, desplazamiento ó error que se comete inadvertidamente. Es una falta o equivocación cometida por ciertas clases de descuido, como detallaremos enseguida.
El lapsus consiste en reemplazar la palabra que uno quería (o debía) enunciar por otra que probablemente revele un sentido que estaba velado.
De hecho, el psicoanálisis considera el lapsus como una variedad de acto fallido que consiste en la interferencia del inconsciente en la expresión hablada o escrita.
Sigmund Freud fue el primero en demostrar que estos “errores” tienen una significación oculta y que hay que relacionarlos con las motivaciones inconscientes de quien los comete, aunque anteriormente Wilhelm Wundt ya se había interesado en ellos.
Lapsus: Claves para comprender un fenómeno revelador
El lenguaje es una de las herramientas más complejas y fascinantes del ser humano. Sin embargo, a veces, en el acto de hablar o escribir, emergen errores aparentemente involuntarios que pueden revelar más de lo que quisiéramos. ¿Alguna vez has dicho algo que no querías expresar o te has sorprendido escribiendo una palabra errónea que parece tener un sentido oculto? A estos deslices se los conoce como lapsus, y aunque a menudo se les resta importancia, su análisis puede brindar pistas valiosas sobre los procesos inconscientes que operan en nuestra mente.
¿Qué es un lapsus?
El término “lapsus” proviene del latín y significa “resbalón” o “desliz”. En psicología y lingüística, hace referencia a errores involuntarios en el habla, la escritura, la memoria o incluso en gestos y acciones cotidianas. Estas equivocaciones no son simplemente aleatorias; según la teoría psicoanalítica, pueden estar cargadas de significado y representar la irrupción de deseos, conflictos o pensamientos reprimidos en la conciencia.
Tipos de lapsus
Existen diversas manifestaciones de los lapsus, y cada una puede darnos una ventana única a los procesos mentales subyacentes. Veamos las principales:
- Lapsus linguae: Se produce al hablar y consiste en sustituir una palabra por otra. Es el tipo más común y ha sido ampliamente estudiado en psicoanálisis.
- Lapsus calami: Ocurre en la escritura y puede ser tan revelador como el lapsus del habla. ¿Has escrito alguna vez una palabra que no querías, pero que en retrospectiva parece expresar un pensamiento reprimido?
- Lapsus memoriae: Se manifiesta cuando olvidamos nombres, eventos o detalles significativos. A veces, la amnesia momentánea encubre un deseo inconsciente de no recordar.
- Lapsus gestuales: No solo el lenguaje verbal es susceptible a estos “resbalones”; también los gestos y acciones pueden reflejar un contenido inconsciente. Un ejemplo clásico es estrechar la mano de alguien y al mismo tiempo retirar levemente la palma, revelando un rechazo no verbalizado.
El lapsus en la teoría psicoanalítica
Sigmund Freud, en su obra Psicopatología de la vida cotidiana, argumentó que los lapsus no son meros errores, sino que revelan conflictos inconscientes. Para Freud, el lenguaje es una vía por la cual lo reprimido encuentra una salida disfrazada. Esta perspectiva fue ampliada por otros psicoanalistas como Jacques Lacan, quien integró el lapsus dentro de su teoría del lenguaje y el inconsciente estructurado como un lenguaje.
“El lapsus linguae es una expresión de la represión, ya que revela el material reprimido que se encuentra debajo de la superficie del pensamiento consciente” — Sigmund Freud.
“El lapsus es una manifestación de la estructura del inconsciente, una irrupción que pone en evidencia la fractura entre el sujeto y su discurso” — Jacques Lacan.
Pero ¿todos los lapsus tienen un significado inconsciente? ¿O algunos son simplemente errores accidentales?
¿Por qué ocurren los lapsus?
Los lapsus pueden tener diversas explicaciones, desde la teoría psicoanalítica hasta la psicolingüística y las neurociencias. Algunas posibles razones incluyen:
- Interferencia cognitiva: Nuestra mente procesa múltiples informaciones simultáneamente. Un lapsus puede surgir cuando dos representaciones lingüísticas compiten entre sí.
- Fatiga o estrés: En estados de cansancio, el control consciente sobre el lenguaje puede debilitarse, favoreciendo la emergencia de errores.
- Deseo reprimido: Desde la perspectiva psicoanalítica, algunos lapsus revelan contenidos psíquicos que han sido censurados por el consciente.
Ejemplos de lapsus en la vida cotidiana
Los lapsus ocurren en contextos tan diversos como el hogar, el trabajo y los medios de comunicación. Algunos ejemplos incluyen:
- Un político que dice: “Saquear a nuestro país adelante” en lugar de “Sacar a nuestro país adelante”.
- Un trabajador que, al referirse a su jefe, lo llama accidentalmente “papá”.
- Una persona que invita a alguien a comer y, al despedirse, dice “Te quiero” en lugar de “Hasta luego”.
- ETA es una gran nación, en vez de España es una gran nación.
- Lo que nosotros hemos hecho, cosa que no hizo usted, es engañar a la gente.
- … con oportunidades de trabajo y pobre(za) de progreso para todos…
Estos “errores” pueden generar situaciones embarazosas, pero también proporcionan material valioso para la introspección.
Lapsus en la literatura y la cultura popular
El fenómeno del lapsus no solo ha sido estudiado en el ámbito académico, sino que también ha inspirado a escritores y dramaturgos. En la literatura, encontramos ejemplos en autores como Gabriel García Márquez, Agatha Christie y Jane Austen, quienes han utilizado lapsus para construir diálogos reveladores sobre sus personajes.
En la cultura popular, los lapsus han sido explotados con fines cómicos o para enfatizar la verdad oculta detrás de un error. ¿Cuántas veces un desliz verbal en una entrevista ha generado controversia y especulación sobre las verdaderas intenciones de un personaje público?
¿Cómo interpretar un lapsus?
No todos los lapsus tienen el mismo significado, y su interpretación depende del contexto y del individuo que los comete. Algunos criterios para analizarlos incluyen:
- Frecuencia: Si un lapsus ocurre repetidamente, es más probable que tenga un significado subyacente.
- Contexto emocional: ¿Ocurre en un momento de tensión o ansiedad? Esto podría indicar un conflicto interno.
- Asociaciones personales: A menudo, las palabras sustituidas tienen algún tipo de conexión con los pensamientos o preocupaciones del hablante.
Conclusión: ¿Qué nos revelan los lapsus?
Lejos de ser simples errores sin importancia, los lapsus pueden servir como una vía para comprender mejor nuestra mente y los procesos inconscientes que la habitan. Ya sea desde la óptica psicoanalítica o desde una perspectiva más cognitiva, estos deslices nos recuerdan que el lenguaje no es solo una herramienta de comunicación, sino también un reflejo de nuestra psique.
La próxima vez que cometas un lapsus, en lugar de pasarlo por alto, pregúntate: ¿qué dice de mí este desliz? Quizás te sorprenda lo que puedes descubrir.
Lapsus es el afloramiento de lo reprimido
La explicación general dada por el psicoanálisis radica en el afloramiento de lo reprimido, cosa que generalmente ocurre en momentos de estrés, ansiedad, angustia, o déficits de atención, cuando se relajan las represiones conscientes.
En algunos casos, lo reprimido es del orden de la mentira; en otros, es un deseo negado por imperativos morales. Si la represión es continuada y el deseo reprimido posee la suficiente intensidad, en algún momento se relaja por fatiga, y es entonces cuando ocurre el lapsus.
Un elemento facilitador de lapsus está dado por las semejanzas (visuales, fonéticas, etc.) entre las palabras intercambiadas.
¿Qué no es lapsus?
No se refiere a la disfemia que es un trastorno del lenguaje que se conoce como tartamudez,en el que los sonidos, las palabras o silabas, se repiten o pueden durar más tiempo de lo normal en ser pronunciadas, por lo que obstaculizan la fluidez del lenguaje.
Tampoco se refiere a la disartria que es un trastorno muscular, que produce dificultad para expresar ciertos sonidos o palabras. Tienen lenguaje mal pronunciado y enredado y el ritmo o la velocidad del discurso fluctuante.
Si bien se trata también de un tipo de acto fallido, este concepto es más amplio.
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