En la obra de Lacan anterior a 1950, la palabra “significación” aparece utilizada solamente de una manera general, aludiendo a lo que posee “significado”, o a lo que es “importante” (significativo).
Luego, a principios de la década del 50, el término empieza a relacionarse (aún vagamente) con el ámbito del sentido, del lenguaje, por lo cual aparecerá situada en el orden simbólico.
Ya desde 1957, Lacan utiliza “significación” en relación directa con el concepto saussureano (con las transformaciones que son conocidas) y, por lo tanto, la pasa del orden simbólico al orden imaginario.
Para Saussure, “significación” es la relación (a la vez arbitraria y necesaria) entre la imagen acústica (significante) y el concepto (significado); el significante significa su significado, aunque esto parezca un juego de palabras. Significación alude dinámicamente a lo que estáticamente, como conjunto, es el signo. Por eso Saussure la representa como dos flechas de sentido contrario, entre ambas caras del signo.
La significación es un vínculo indestructible (mientras dura…): el significante y el significado son inseparables como las dos caras de una hoja de papel o de una moneda.
Lacan, en cambio, afirma que la relación entre significante y significado es mucho más precaria; propone que la barra que los separa es la representación de una ruptura, de una “resistencia” a la significación, y no de un vínculo.
El significante sería lógicamente anterior al significado, que constituye un mero efecto del juego de los significantes. Incluso cuando se producen significados, constantemente se deslizan debajo del significante; sólo a veces se detiene este movimiento, temporariamente, generando la ilusión de un sentido estable.
La significación, entonces, es un proceso por el que el juego de los significantes produce la ilusión del significado a través de la metonimia y la metáfora. La significación es metonímica porque siempre se refiere a otra significación (en el juego a lo largo de la cadena significante); y es metafórica porque supone cruzar la barra, el pasaje del significante al significado. La metáfora fundamental, de la cual depende toda significación, es la paterna; por ende, toda significación es fálica.
Incluso Lacan propone una oposición entre significación y sentido. La significación es imaginaria, ámbito de la palabra vacía; el sentido es simbólico, ámbito de la palabra plena. La interpretación psicoanalítica va contra la significación, pero tiene que ver con el sentido.
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