El síndrome de burnout, también llamado “síndrome de desgaste profesional”, “síndrome de desgaste ocupacional” (SDO), “síndrome del trabajador desgastado”, “síndrome del trabajador consumido”, etc., es un padecimiento que consiste en la presencia en el organismo de una respuesta prolongada de estrés, ante factores emocionales e interpersonales que se presenten en el trabajo; incluye fatiga crónica (especialmente), ineficacia, negación de lo ocurrido, etc.
El término parece haberse originado en la industria aeroespacial, para designar el agotamiento del carburante de los cohetes. Se incorporó al lenguaje técnico de la psicología para hacer referencia a un tipo de estrés laboral que sufren los profesionales, en especial aquellos que tienen una relación directa y constante con otras personas, prestándoles algún tipo de servicio o de ayuda (relación trabajador-cliente o usuario), como los maestros, los profesores, los trabajadores sociales, los médicos, los enfermeros, los consejeros matrimoniales, el personal administrativo o teleoperadores, e incluso los psicólogos y los psiquiatras. Por eso a veces se dice que es “el precio de ayudar a los demás”. Sin embargo, ahora se considera que afecta a todo tipo de personas que estén expuestas a una sobreexigencia relacionada con su trabajo: atletas de elite, artistas famosos, personal de las fuerzas armadas.
Afecta el hipotálamo, que tiene un rol muy importante en la regulación de las funciones claves para nuestro bienestar. Suele expresarse en una sensación de fatiga, tanto física como psicológica; un cansancio “mortal” que afecta el estado de ánimo, la capacidad de trabajo y hasta el sentido de la vida. Dificulta la concentración, produce pérdida de memoria, lentitud mental. En general, provoca disminución de la vitalidad y pérdida de la iniciativa. Esta carencia de energía repercute en la vida cotidiana, en todos sus niveles: físico, intelectual, laboral, sexual, y en las relaciones interpersonales.
Con respecto al género más afectado, diversas investigaciones señalan, que las mujeres son las que presentan una mayor presencia de burnout que los hombres.
Este síndrome es, en muchos países, una de las causas más importantes de ausentismo laboral, con la consiguiente pérdida económica que ello implica, tanto para el trabajador como para su empleador.
El tratamiento del burnout es sintomático y ambiental, aunque aún queda pendiente una profundización sobre sus causas profundas, que podría llevar a una asistencia más adecuada y a evitar las recaídas.
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