Para poder practicar correctamente el colecho, se deben tomar algunas precauciones, y existen advertencias y contraindicaciones expresadas por los mismos organismos y especialistas que lo promueven, fundamentalmente durante los primeros 6 meses de la vida del bebé.
Por ejemplo, no debe practicarse colecho si uno o los dos padres fuman (aunque no lo hagan en la casa o en la cama). Tampoco, si han consumido bebidas alcohólicas, drogas o medicamentos que produzcan sueño profundo.
Tampoco es recomendable el colecho si se está tan cansado como para no poder despertar fácilmente si fuere necesario atender al bebé.
No usar sofá para dormir; siempre hacerlo en una cama, siguiendo ciertas recomendaciones. Las cobijas no deben ser muy mullidas, para evitar que el o la bebe se hunda en ellas. Tampoco hay que usar edredones o acolchados que los recubran y puedan provocar hipertermia (un factor importante a considerar en el síndrome de muerte súbita del lactante).
Además, es necesario asegurarse de que la estructura del lecho impida que el o la bebé se deslice y quede atascado/a entre el colchón y el borde de madera de la cama, o contra la pared.
Si se usa una camita tipo side-car, o una cuna pegada a la matrimonial, debe emplazarse de modo que, en la unión de ambas, no quede un espacio donde el o la bebé pueda quedar atrapado (es decir, los colchones deben tener la misma altura y estar bien ensamblados).
La temperatura del cuarto no debe superar los 18 ºC, en lo posible, y no hay que abrigar mucho al bebé o la bebé, a quienes jamás se dejará solos en la cama de los adultos (obviamente, para evitar caídas), o sobre puffs o almohadones mullidos en los que puedan hundirse.
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